Cuando pasa por la calle, Diego ve este letrero delante de una casa. “Casa a la venta.” Pida informes adentro. Toca a la puerta y espera unos momentos. Pronto, un hombre viejo abre la puerta y lo saluda.

Hombre: Buenas días señor, ¿en qué puedo servirle?
Diego: Veo que esta casa está a la venta. ¿Puedo verla?
Hombre: Sí, cómo no. ¡Pase Ud.! You soy Pedro Piragua.
Diego: Mucho gusto en conocerlo. Me llamo Gonzalez, Diego Gonzalez.
Hombre: Bueno, señor Gonzalez, Mire Ud. esta sala. Está recién pintada. Ahora vamos a pasar a la cocina. Ese refrigerador y esa estufa son nuevos.
Diego: Yo veo. Parecen estar en excelentes condiciones.  ¿Dónde están los dormitorios?
Hombre: Hay tres y están en el piso de arriba.  Vamos allá ahora.
Diego: ¡Que hermosos! Estos cuartos son grandes y claros.
Hombre: Además, hay otro cuarto de baño que es completamente nuevo.
Diego: ¡Dígame algo del vecindario!
Hombre: Es excelente. La casa está cerca de los trenes y autobuses y Ud. puede ir de compras en aquella próxima calle.
¿Quiere Ud. saber el precio? Es muy barato.
Diego: No, gracias.
Hombre: ¿Cómo que no? ¿No está Ud. interesado en comprar esta casa?
Diego: No. Es que voy a poner mi casa a la venta esta semana y quiero saber el mejor método de hacerlo.